Fecha llegada: 5-3-16

Cuscús es una gallina de esas que venden en las tiendas de piensos, ella es de raza Castellana, y como es “ornamental” no le cortaron el pico. Llegó a casa de un familiar en el 2012, donde se llegaron a juntar más de 30 gallinas “ponedoras”; hoy, 6 años después, ella es la única que sigue con vida. Las compraron para tener huevos “ecológicos”, “caseros”, “de gallinas felices”, etc. Y al cabo de poco más de tres años tan sólo quedaban 5 gallinas con vida, Piña y Lima que murieron en 2015 y Mandarina que murió en 2016; Rita, que era de otra raza, vivió con nosotros hasta 201. Todas murieron a edades tempranas a causa de la puesta de huevos.

Hoy en día Cuscús es una abuela gallina, que apenas pone huevos, muy sociable con cualquier animal, pero no con humanos. En 2017 adoptó a Squat una coneja que escapó de una granja vecina y que había pasado su vida pariendo y separándose de sus hijos; se conocieron y enseguida pasaban horas juntas, para dormir o tomar el sol. Ellas, en cierto modo representan el espíritu de un refugio como el nuestro, donde queremos que las víctimas puedan encontrar su lugar y a su nueva familia sin importar la especie.

“Soy Cuscús y estoy harta de que todo el mundo me conozca como la gallina esa bonita, o “la negra”, tengo nombre y sentimientos y una cosa os voy a decir, a mí y a los míos se nos respeta, porque si no nos gustan los humanos por algo es, ¡he dicho!”