Fecha llegada: 8-12-18

Rober tiene unos 2 años, y vivía en un terreno junto a otros animales, uno de ellos Montse. Hace unos meses, uno de sus cuidadores enfermó y empezaron a buscarles hogar a los dos.

Cuando nos enteramos de su situación y con el enorme riesgo de acabar en muy malas manos, decidimos salvarles de un negro futuro; tardamos bastante tiempo en regularizar su situación y poder traerles sin ponerles en peligro. Por suerte, y después de meses de trabajo, ahora ambos están a salvo.

A Rober le separaron de su madre a los pocos días de nacer, y fue Montse quien le cuidó hasta que se hizo mayor, ahora están muy unidos y Rober no hace nada sin que Montse le de el visto bueno, salvo morder madera, que es una de sus cosas preferidas en el mundo.

Rober tiene bastantes problemas de apoyo en sus cuatro patas, sobretodo en las traseras, porque nunca le recortaron los cascos. Cuando llegó sus cascos traseros medían unos 20 centímetros, por lo que tuvimos que recortarlos para que pudiese andar sin hacerse daño, fue complicado porque él es muy fuerte. Pero desde que llegó estamos trabajando su confianza y ya podemos cogerle y manosearle todo lo que queramos, su tozudez era por miedo, porque es uno de los animales más nobles que hemos conocido.

“Soy un burrito amoroso, me encanta que me soben, y me achuchen, y también que me traigan troncos y palos para mordiquear los días que hace malo y no podemos estar corriendo y haciendo el loco. ”

Madrina: Nuria