Fecha llegada: 15-6-19

Lukini apareció siendo un cabritillo de 2-3 semanas, tirado en el campo, inconsciente, en estado semicomatoso. El pastor aseguraba que se había despeñado, pero en la zona no había ninguna pared ni sitio de riesgo por lo que la chica que lo encontró piensa que le dieron un golpe en la cabeza que le dejó en ese estado.

Lukini tuvo mucha suerte de caer en manos de una voluntaria de una asociación que movió cielo y tierra para que le atendieran en una clínica, finalmente después de probar en varias una clínica de exóticos se animó a atenderle, le hospitalizaron y comenzó a despertar y recuperarse.

Las secuelas del “accidente” fueron una severa ataxia que le impedía moverse con normalidad, cuando llegó a La vida Color Frambuesa aún le costaba mantenerse en pie, y sin grandes esfuerzos era frecuente que se cayera, como si el cuerpo dejara de responderle.

Con el paso del tiempo y algo de rehabilitación conseguimos recuperar su movilidad y aunque es un poquitillo torpe para ser una cabra se mueve y juega con normalidad.

“¡Hola gente! La vida es el regalo más bonito que tenemos, y yo me encargo cada día de disfrutarla a tope, saltando, cayendo y levantándome. ¡Viva yo!”